martes, 15 de abril de 2008

Mi curso era igual que muchos otros

Mi curso era igual que muchos otros, personalidades, opiniones, estilos de vida muy distintos unos con otros. Siempre había compañeros molestosos, y que se aprovechaban del más débil para decirle mil pesadeses.

Recuerdo que tenia un compañero que era un poco fino, no se si gay, siempre era el centro de las burlas, era pesado, así que mas lo molestaban, a mi igual me caía mal, pero nunca lo moleste. Otro era muy grandote pero tímido y muy reservado, me cargaba que lo molestaran, él era una buena persona, nadie se dio el tiempo para conocerlo. A los que mas molestaban era a los que tenían polola en otros cursos “los macabeos”, hasta se molestaba entre ellos mismos, un día se hicieron como una credencial, donde se enumeraban, Macabeo 1, 2 ,3. Lo que mas me molestaba era cuando molestaban a las mujeres con su aspecto físico, que la nariz, la forma de hablar, todo.

En el fondo no eran malas personas, no respetaban a los otros, igual eran divertidas las tallas.

Un año entrábamos a clases como a las dos de la tarde, todos se organizaban y se juntaban como las ocho de la mañana para ir a carretear a una casa, de algún compañero que estuviera solo, después llegaban a clases pasados a copete. Yo nunca fui, la verdad no sé porque, pero creo que era porque a mi me cuesta levantarme temprano y prefería dormir, igual debería haber ido aunque hubiera sido una sola vez.

A pesar de ser todos diferentes y algunos mas inteligentes o mejor dicho mas responsables, cuando había que hacer trabajos grandes, nos juntábamos todos a hacerlo, los que sabían un poco mas ayudaban, otros copiaban, pero el curso se hacia uno solo cuando era para sacarse una buena nota.

No tengo historias de travesuras o para la risa, era demasiado tranquila, compartía con todos, pero a la vez era yo misma, no me gusta eso de hacer lo que el grupo dice, o seguir a alguien. Esto era lo que mas recordé de mi paso por la educación media. Fueron tiempos lindos sin preocupaciones. Aún mantengo el contacto con algunos de ellos, creo que hice grandes amigos.

lunes, 14 de abril de 2008

Recuerdos de colegio

No me acuerdo muy bien de los que paso, pero fue algo que marco el transcurso de la mayoría de la gente del 4 medio C, después del galpón y la semana ignaciana.

Era uno de esos días, en cual todos estábamos chatos del colegio y de todas las cuestiones que implica salir de este proceso, ya sea psu últimas pruebas (por tanto las ultimas copias) de fin de año.

No se era a principios de noviembre o finales de octubre, lo único que se rumoraba por los pasillos, era el partió de los gueones de C contra el B. pero eso antes de que empezara todo ese cuchicheo de pasillo, el día anterior al crucial duelo se había organizado casi todo para la previa.

En ese día miércoles en la sala de arte, ya se había organizado casi todo, los extintores, petardos, lienzos, papel picado y el “masturba” con “kiltro”, empezaron a organizar los últimos detalles, mientras el resto del curso nos pusimos de acuerdo en las locaciones que se iban a utilizar para presenciar la entrada de los equipos. En ese instante, y con toda efervescencia generada se nos une el resto de la gente del cuarto A.

Llegado el momento del almuerzo a las 13:15, se empezó a ubicar la gente, unos en la galucha (pasillo de los cuartos), el resto el sectores colindante a la bombonera (la cancha).

Unos empezaron gritar los típicos cánticos más la chancha 5.1 (radio) a todo lo que da. Por tanto, se empezó a vibrar el real sentido de un encuentro deportivo.

El fino con las véngalas, otros web… Con las antorchas, la corneta de cancha y trompeta infaltable del jump Además a estos se les unía los petardos, los lienzos, el humo y el papel por doquier. Mientras resto del equipo entrando en la cancha, mostrando la garra de la gente del cuarto menguante. (Obviamente la gente del b, se quiso colgar de la fama de nosotros, pero no lograron la empatía deseada)

Pasando a lo netamente del hecho fue un partió nefasto en el resultado, pero que demostró la unidad de un grupo y que por tanto queda en el recuerdo de cada uno.

Estudié en un colegio pequeño

Estudié en un colegio pequeño

Estudié en un colegio pequeño, solo dos cursos mixtos por nivel de tan solo 25 alumnos. La estructura del colegio también era pequeña, un par de casonas antiguas y un edificio a medio terminar en torno a un patio central. La gracia que tenía mi colegio es que por ser tan pequeño, todos se conocían, era como una gran familia. Un ambiente grato, algo monótono, pero entretenido. Mi mayor conflicto con este ambiente “familiar” era el constante murmullo que se sentía. Siempre corrían rumores, que tal se peleó con esta y esta le pegó a esta otra, que el profesor le puso mala nota a este y el otro que defendió al profesor etc. Miles y constantes dichos y habladurías, no niego que alguna vez conté alguno o me contaron otro, pero siempre intenté quedarme fuera de este circulo de rumores, siempre lo critiqué y un par de veces lo dije de manera formal o cordial en alguno que otro acto general. Obviamente nunca nadie me pescó, el rumor era parte de las estructuras de convivencia del colegio antes de que yo llegara en sexto básico. Un amigo mío, que era profesor del colegio, lo terminaron expulsando del colegio por esta ola de incongruencias. En un electivo de filosofía del cual participábamos solo 7 alumnos y este profesor, tuvimos un problema con una compañera. Durante una de las sesiones de meditación que programamos con el profesor, una compañera comenzó a actuar de forma extraña. Decía incoherencias durante el silencio absoluto, se paraba y sentaba repetidamente. El profesor se alarmó y trató de despertarla. El resto del curso cerramos las cortinas, y nos aseguramos de que nadie entrara, el profesor que tenía mucha experiencia dentro de las practicas meditativas, se puso nervioso, nuestra compañera se puso a convulsionar. Me acuerdo patente de ver a mi profesor tomarle la mano, apoyar su mano en la frente y gritarle fuerte BASTA! Mi compañera se despertó del trance, ella no se acordaba de nada. El profesor estaba muy nervioso y trataba de buscar una explicación a esta extraña reacción. Un grupo se llevó a la confundida compañera a tomarse un jugo y el resto nos quedamos tranquilizando al profesor, no logro acordarme quien estaba mas blanco el profesor o la compañera. Después de un par de minutos de conversar el profesor dijo que seguramente nuestra compañera estaba pasando por una situación difícil en su vida privada y que a la primera opción de desconectar la mente, esta se sobre estimulo y comenzó a convulsionar. Rara la explicación pero nosotros confiábamos y seguimos confiando en el profesor. Después de un par de días, nos juntamos el grupo con el grupo de Filosofía Electivo exceptuando a nuestra convulsionante compañera y a nuestro místico profesor, conversamos el tema, muy objetivamente lo analizamos y todos concordamos en que si se llegaba a conocer el suceso dentro del mismo colegio, a nuestro profesor o echarían inmediatamente. Prometimos quedarnos callados sobre el tema éramos 6 compañeros, todos de cuarto medio. Uno o dos días después de esta reunión, un alumno de tercero medio, me contó que una alumna había tenido una crisis en una clase de filosofía, me impacto que alguien no pudo aguantarse 2 días. Nos juntamos nuevamente los 6 y después de un par de gritos. Decidimos que no importaba quién había abierto la boca, pero que debíamos hacer algo para que ese rumor se quedara en rumor y nada más. Fue muy gracioso ver que nos dispusimos organizadamente y de forma estratégica a contrarrestar el rumor. Comenzamos nuestro propio rumor, quedamos en que nuestra compañera solo se había puesto a llorar en la clase, nada de desmayos, ni crisis y menos convulsiones. Estratégicamente seleccionamos a los más conocidos copuchentos del colegio, y desparramamos nuestro propio rumor, todo obviamente de forma muy impersonal y encubierta. Fue mucho mas fácil de lo que pensamos, en un par de días dejamos de escuchar del asunto. Nunca supe porqué no le contamos al profesor. Pero ya no viene al caso. Ahora con el mismo grupo nos seguimos juntando, algunas veces invitamos a nuestro profesor. Nos reímos del tema y hacemos miles de bromas. Incluso imitamos las convulsiones de nuestra compañera y nos matamos de la risa. Pero siempre tenemos en cuenta lo serio que actuamos los 6 para impedir que echaran al profesor. A fines del año pasado supimos que finalmente nuestro querido profesor fue expulsado del colegio por practicas poco convencionales, nosotros lo invitamos a tomarnos unas cervezas y a reírnos de la vida. También supimos que nuestra compañera, la que entró en trance, si estaba pasando por un momento difícil, su padre que todos sabíamos que estaba muerto, resultó estar vivo. Ella nunca nos quiso hablar sobre el tema.

Temístocles

Recuerdos del Colegio

Recuerdos de colegio

No me acuerdo muy bien de los que paso, pero fue algo que marco el transcurso de la mayoría de la gente del 4 medio C, después del galpón y la semana ignaciana.

Era uno de esos días, en cual todos estábamos chatos del colegio y de todas las cuestiones que implica salir de este proceso, ya sea psu últimas pruebas (por tanto las ultimas copias) de fin de año.

No se era a principios de noviembre o finales de octubre, lo único que se rumoraba por los pasillos, era el partió de los gueones de C contra el B. pero eso antes de que empezara todo ese cuchicheo de pasillo, el día anterior al crucial duelo se había organizado casi todo para la previa.

En ese día miércoles en la sala de arte, ya se había organizado casi todo, los extintores, petardos, lienzos, papel picado y el “masturba” con “kiltro”, empezaron a organizar los últimos detalles, mientras el resto del curso nos pusimos de acuerdo en las locaciones que se iban a utilizar para presenciar la entrada de los equipos. En ese instante, y con toda efervescencia generada se nos une el resto de la gente del cuarto A.

Llegado el momento del almuerzo a las 13:15, se empezó a ubicar la gente, unos en la galucha (pasillo de los cuartos), el resto el sectores colindante a la bombonera (la cancha).

Unos empezaron gritar los típicos cánticos más la chancha 5.1 (radio) a todo lo que da. Por tanto, se empezó a vibrar el real sentido de un encuentro deportivo.

El fino con las véngalas, otros web… Con las antorchas, la corneta de cancha y trompeta infaltable del jump Además a estos se les unía los petardos, los lienzos, el humo y el papel por doquier. Mientras resto del equipo entrando en la cancha, mostrando la garra de la gente del cuarto menguante. (Obviamente la gente del b, se quiso colgar de la fama de nosotros, pero no lograron la empatía deseada)

Pasando a lo netamente del hecho fue un partió nefasto en el resultado, pero que demostró la unidad de un grupo y que por tanto queda en el recuerdo de cada uno

Laney

Causa y Efecto

CAUSA Y EFECTO

Muchas cosas ocurrieron en la época del colegio, la enseñanza media, estuvo llena de cosas nuevas y de experiencias.

Durante unos días creo que era a mitad de año de cursar 4º medio las clases, se hacían cada vez más largas, los días parecían no avanzar y el ánimo para asistir a clases era cada vez menor.

Mis compañeros de clases sentían lo mismo y día a día ellos se las ingeniaban para no ir a clases haciendo la típica cimarra. El día que era más latero y largo era el miércoles, recuerdo que nos tocaba con profesores que se caracterizaban por hacernos sentir que en cualquier momento colapsaríamos. Es así como comenzamos a planear como hacerlos enojar de manera que no cargaran con una sola persona.

Una semana se nos venía llena de pruebas y trabajos, nos encontrábamos a punto del colapso nervioso y se venía el día miércoles que obviamente no queríamos que llegara.

Es así como un día conversando entre todos mis compañeros me pare de mi puesto y dije que me escucharan, nos encontrábamos solos, sin profesor, era el momento perfecto. Es así como me dirijo a todos y digo ¡¡chiquillos no quiero venir mañana porque no faltamos todos juntos, así los profesores no podrán presionar a nadie y se enojaran con todos no con uno!!

Mis compañeros apoyaron lo que proponía, la idea era boicotear las clases que no nos gustaban. Así llego el día miércoles, mis compañeros no fueron al colegio yo tampoco todos hicimos cosas distintas pero nadie asistió ese día a clases.

Al otro día llegamos y nos estaba esperando el Director, las Inspectoras, nuestro profesor jefe y los profesores afectados. Nos dieron un reto que hasta el día de hoy lo recuerdo. Todos tuvimos que llevar a nuestros apoderados y nos tuvieron vigilados el resto el año. Si esta situación se volvía a repetir nos dejarían incluso sin graduación es así como cada vez que intentábamos volver a hacerlo alguien se echaba para atrás y no lo conseguíamos.

En conclusión cada vez que queríamos hacer algo no lo lográbamos pero un día nos unimos y logramos hacer lo que pretendíamos. Nos llevamos muchas consecuencias por esto que hicimos pero en fin nos divertimos.

ANÓNIMA

viernes, 4 de abril de 2008